No pases por la aldea cuando regreses a tu casa
El día de ayer tuve la oportunidad de ver un video que compartió un amigo en Facebook donde invitaban a despejar nuestras redes de esa información que no te deja crecer, que te limita o que finalmente no aporta nada más allá de angustias o desilusión. Desintoxicación de redes, le llamé yo.
Hoy casualmente me encontré escuchando una charla donde compartían un pasaje bíblico y en el se leía la historia de un ciego a quien Jesús le devolvió la vista y al final lo envió a su casa y le dijo “No pases por la aldea cuando regreses a tu casa.”. (Marcos 8:22-25)
Más allá de la intención religiosa del mensaje bíblico, pude enlazarlo con el mensaje del video. Ambos nos dejan claro que cuando tomamos la decisión de cambiar, de crecer de salir adelante o por que no de “abrir los ojos y ver” más allá; siempre habrá la necesidad de no pasar por esa aldea en la cual aún te ven como ese ciego. Esa aldea -¿quizás amigos, trabajo, pareja, hábitos?- que te quiere así como estabas y que buscará la forma de desalentarte o de recordarte que no puedes surgir por que eres como ellos.
“Palo que nace doblao, jamás su tronco endereza” te dirán, pero ¿Quiénes son ellos para determinar el destino de tu vida?. Independientemente de tu historia, siempre se puede iniciar de nuevo y lo más importante, esta vez no será de cero por que ya cuentas con experiencias que te permitirán tomar mejores decisiones si así lo defines tú.
Levanta la frente con los ojos bien abiertos y camina, “desintoxica” tu vida de esas personas que te frenan, si es necesario cambiar de ambiente o de “aldea”, pues se hace. Que nada te detenga de ahora en adelante y alcanza tus sueños. ¡Ve por ellos!